Hemos hecho cálculos, y creemos que llevamos más de 5000 pruebas de este tipo desde que abrimos en el año 2006.
Hacemos las dos pruebas porque son totalmente complementarias
La audiometría tonal es una prueba auditiva que evalúa la capacidad de una persona para escuchar tonos puros a diferentes frecuencias y volúmenes.
Se utiliza para diagnosticar la pérdida auditiva, determinar su tipo y grado, y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.
La audiometría tonal aérea se realiza con auriculares, mientras que la audiometría tonal ósea utiliza vibraciones directas en el hueso mastoideo.
La duración puede variar, pero generalmente toma entre 20 y 30 minutos, dependiendo de la complejidad de la evaluación y las necesidades del paciente.
No, la audiometría tonal es una prueba no invasiva y no dolorosa. El paciente simplemente necesita indicar cuando puede escuchar los tonos.
Es importante informar al profesional de cualquier medicamento que estés tomando y de cualquier condición médica relevante. Además, evita exponerte a ruidos fuertes antes de la prueba.
Durante la prueba, escucharás tonos puros a diferentes frecuencias y volúmenes y deberás indicar cuando los escuches moviendo un interruptor o presionando un botón.
Los resultados se registran en un gráfico llamado audiograma, que muestra la capacidad auditiva de cada oído en función de la frecuencia y el volumen.
Los resultados muestran si hay pérdida auditiva, su tipo (conductiva, sensorineural o mixta) y su grado (leve, moderado, grave o profundo) en cada oído.
Se recomienda realizar una audiometría tonal si experimentas síntomas de pérdida auditiva, como dificultad para entender el habla, zumbidos en los oídos o sensación de oídos tapados, o como parte de un examen auditivo de rutina.
Me llamo Marta Ordóñez Aguirre. Estudie audioprotesis en Madrid en el 2006 y en 2008 cursé el master en Audiología en la Universidad de Salamanca.
El tiempo vuela y ya llevo trabajando en Alteraudio 17 años, con la misma ilusión y ganas de hacer las cosas bien que al principio.
Disfruto de la relación con nuestros pacientes, a los que intentamos atender con cariño y profesionalidad. Como lema que nos mueve diría “no maldigas la oscuridad, sólo prende una vela”, porque a veces “no podemos evitar el viento, pero podemos construir molinos”
Soy Elba Chapero, estudié Técnico de Audioprótesis en las primeras promociones allá por el año 92 en Barcelona.
Tengo amplia experiencia en el mundo sanitario y de la discapacidad por mis otras formaciones y experiencias laborales. También me he formado en Lengua de signos española.
Haré encantada lo que esté en mi mano por ayudar en la salud auditiva y calidad de vida de las personas; por ver a esa sonrisa y expresión al volver a conectar con el sonido.
Mi frase favorita es “la peor discapacidad es no tener corazón”.
Me llamo Javier Javier Sanz. Provengo del mundo de la educación formal (profesor de primaria y pedagogo) y la educación informal (educador social).
Estudié audioprótesis en el 2012 porque el proyecto de la Fundación Alter me parecia un instrumento apasionante de poder llevar adelante la vocación profesional que no es otra que “la atención a las personas”.
De Alteraudio diría aquello de Nelson Mandela “Todo parece imposible hasta que se hace”.