247 familias reciben dinero municipal para gastos básicos
Debemos actuar localmente y pensar globalmente. Así habremos hecho una buena lectura de la realidad. La noticia de los «últimos» de nuestra ciudad recogida de la prensa local del Diario de Burgos, al lado de un chiste gráfico de la economía nacional que tiene un punto de ironía inteligente muy real. Para reflexionar de «donde estamos» y «hacia donde vamos» a este paso. (Por cierto Virginia, audioprotesista de Alteraudio, que está en Perú poniéndo audífonos a los «últimos» de allí, en Iquitos nos cuenta que está bien y que está resultando una experiencia personal importante. Ánimo pues.):
247 familias reciben dinero municipal para gastos básicos
Ropa, productos de higiene, pago del alquiler y de dentista son las partidas más frecuentes de las llamadas «ayudas de urgente necesidad», cuyo presupuesto es de 260.000 euros
La crisis sigue sin dar tregua y se nota en todas partes. El Ayuntamiento dispone desde hace años de una partida denominada Ayudas Económicas de Emergencia con la que se palían, precisamente, las necesidades básicas que son inaplazables como vestirse, asearse, pagar el alquiler, la luz o el gas, y cuyas peticiones han experimentado un notable crecimiento desde el inicio del declive económico.
En los primeros seis meses de este año han sido 247 familias (se recibieron 498 peticiones) las que han recibido alguna cantidad para poder salir adelante. Lo que en el lenguaje burocrático se llama ‘necesidades básicas de subsistencia’, en las que se engloban productos para la higiene personal o la ropa ha sido lo más solicitado, seguido de dinero para hacer frente al alquiler y a los gastos odontológicos que, como se sabe, no son asumidos por la sanidad regional más que en una pequeña parte, como algunas atenciones a los niños, a las personas mayores de 65 años o a las mujeres embarazadas.
Otras áreas en las que se ha socorrido a personas a las que no les llegaba el dinero han sido las de los suministros (luz, agua, gas), gastos de rehabilitación (logopedia, por ejemplo) o adquisición de material escolar.
El de los inmigrantes sigue siendo el colectivo que se sitúa a la cabeza en ayudas recibidas (181), seguido del de familias oriundas de la capital (118), minorías étnicas (73), niños (28), mujeres solas (19) y personas con discapacidad (13). También se ha prestado atención a jóvenes, ancianos, reclusos y ex-reclusos, sintecho y transeúntes, personas con enfermedad mental que no residen en ninguna institución o afectadas por algún tipo de toxicomanía (alcoholismo y otras adicciones).
164.000 EUROS
En total, en el primer semestre de 2012, el área de Acción Social ha desembolsado en estas ayudas 164.348 euros, de los 260.000 que tiene presupuestados para este año, 20.000 más que en 2011. En su mayor parte son solicitadas por mujeres aunque después sirvan para aliviar las necesidades de toda la familia o de algún miembro en concreto- «Este dato evidencia -reconocía el informe municipal del año pasado- que es la mujer quien más se moviliza para la cobertura de necesidades del ámbito familiar».
Uno de los datos que ha llamado la atención tanto de los técnicos del departamento como de la concejala, Ana Lopidana, es que ha disminuido de enero a junio el número de familias burgalesas que han pedido estas ayudas. Si el año pasado, en el mismo periodo de tiempo, supusieron el 39,11% del total de peticionarios, en 2012, y de momento, son el 23,61%. Se trata de una situación que será analizada, según indicó la edil, para aventurar alguna razón que lo haya hecho posible cuando se conozca el cómputo total del año.
La finalidad de estas ayudas, recordó Lopidana, es resolver de forma puntual, total o parcialmente y con carácter individualizado, las situaciones de emergencia de personas físicas. Sus objetivos son: responder a situaciones urgentes producidas por necesidades ocasionales que afectan a los recursos o ingresos de personas o familias y evitar la aparición de situaciones de marginación como consecuencia de imprevistos ocasionales, carencias económicas de emergencia ó falta de alojamiento.