Los audífonos modernos ofrecen una mejor escucha
Apenas son visibles y resultan más económicos
El 58% de los mayores de 50 años confiesa haber notado un deterioro auditivo
Los audífonos modernos facilitan una mejor audición en las diferentes situaciones con las que se encuentra la persona que los lleva. Un estudio realizado a 63 usuarios de un modelo fabricado por una empresa de soluciones auditivas así lo constata.
El cien por cien de los pacientes experimentan una mejoría en ambientes tranquilos (conversaciones con una sola persona) y complejos (TV, cine teatro, conferencias,…), mientras que el 98,4% de los encuestados perciben mejoría en conversaciones con ruido y un 87% nota mejoría en situaciones de ruido fuerte (tráfico, sirenas, obras,…).
El estudio concluye que en ambientes de sonidos fuertes, la mejora alcanzada es de un 3,33% de media; en ambientes ruidosos, de un 41,45%; en ambientes tranquilos, de un 36,5%; y en ambientes complejos, de un 45,92%.
Rechazo social
El rechazo social a llevar audífono se debe a la imagen extendida y errónea de que son aparatos antiestéticos que se cuelgan sobre la oreja. Esta solución auditiva es estigmatizada por los mayores que lo identifican con una señal de vejez, por lo que se resisten a acudir al otorrino y retrasan el empleo de este corrector sufriendo importantes pérdidas de audición.
Esta percepción es propia de España y Portugal, ya que un estudio de una empresa especializada en soluciones auditivas recoge que en el resto de países europeos el uso del corrector se acepta con normalidad e incluso se diseñan carcasas de colores para los jóvenes que lo llevan a la vista.
Una visita a un centro especializado sirve para comprobar que los dispositivos actuales son mucho más discretos y modernos que antaño. Los más solicitados son aquellos que se colocan dentro del oído o detrás de la oreja.
Apenas son visibles y resultan más económicos. Las marcas centran ahora sus esfuerzos en la personalización. Algunos modelos disponen de una amplia gama de colores al gusto del cliente que se ajustan a los tonos naturales de su piel y cabello. Otros fabricantes persiguen el confort que ofrecen las innovaciones tecnológicas. Por ejemplo, los modelos recargables evitan el cambio de pilas.
El ajuste individualizado previo al uso adapta el audífono al grado de pérdida, la horma e los conductos auditivos y los hábitos de su usuario. Algunos modelos regulan automáticamente la configuración de volumen y programas para que coincidan con los de su entorno. De este modo se eliminan los ajustes manuales que recuerdan constantemente a su propietario la presencia de un mecanismo auditivo.
Los tubos “ultradelgados” y las cajas de curvas suaves garantizan que el diseño, además de cómodo, sea estético. No faltan entonces clientes que se hacen con un audífono de reserva porque le resulta más cómodo disponer de dos que vivir sin él.
Un 58% de los mayores de 50 años confiesa haber notado un deterioro auditivo con la edad, pero la mayor parte de ellos resta importancia a los síntomas y no solicita ayuda inmediata a los especialistas. Así lo indica un estudio realizado por una empresa especializada en soluciones auditivas.
Los afectados por este problema suelen esperar casi diez años de media antes de buscar soluciones, de acuerdo con los datos de otro estudio. Para entonces, la pérdida auditiva se encuentra bastante avanzada y la adaptación al audífono resultará más difícil. Esto se debe a que, tras el deterioro del nervio auditivo con el paso de los años, el beneficiario del audífono debe volver a acostumbrarse al volumen real de su tono acústico.
La prevención se presenta como el remedio más eficaz contra estas molestias. Los especialistas recomiendan someterse a una audiometría al menos una vez al año para detectar a tiempo la pérdida de audición. Sin embargo, la mitad de los españoles reconoce no haber acudido nunca a este tipo de revisiones.
Síntomas
La mayoría de pérdidas auditivas son de grado leve o moderado. En la fase más leve no se distinguen ruidos suaves y la comprensión verbal se complica en entornos acústicos intensos.
La pérdida auditiva moderada se caracteriza por una comprensión bastante difícil si existe ruido de ambiente.
No se aprecian los ruidos suaves o moderadamente intensos. En el grado severo, las conversaciones personales deben realizarse en tono alto, y cuando son en grupo implican un esfuerzo notable. En el grado profundo se precisa de la ayuda de un audífono para mantener una conversación.
FUENTE: http://www.levante-emv.com