La inclusión del sordo sin recursos
La asociación Promoción Solidaria impulsa un centro asequible de atención para problemas auditivos y un gran huerto urbano en Burgos.
«Llevábamos tiempo, mucho tiempo, defendiendo causas aparentemente perdidas. Nos decían: ‘Vale, muy bien, denunciáis, criticáis, teorizáis, pero ¿no sería ya hora de que hicierais también algo vosotros?’. Y nos pusimos a pensar. Tenían razón, había que pasar de la utopía a la acción». María Amor Barros recuerda el paso a la acción de Promoción Solidaria, a la que pertenece. Hoy, esta antropóloga y licenciada en Filología Inglesa preside la Fundación Alter, entidad sin ánimo de lucro miembro de Banca Ética Fiare y de la que cuelgan dos iniciativas económicas solidarias en Burgos.
Una de ellas es Molinillo, el único huerto urbano compartido de la ciudad, que produce y distribuye productos hortícolas de temporada. En septiembre del año pasado, las primeras 66 familias retiraron su primera cesta de productos sanos y ecológicos. «Al final es un proyecto de soberanía alimentaria, que pretende mostrar que se puede crear una relación directa entre productores y consumidores, y ser respetuoso con el medio ambiente», explica Barros. El huerto, donde también se forma en educación ambiental y consumo responsable, sostiene por ahora a dos hogares.
Otra de las iniciativas del grupo es el Gabinete de Audioprótesis Alteraudio, que da servicios de calidad a precios asequibles a las personas con hipoacusia. «La gente ha interiorizado que lleva gafas si no ve bien, no se siente un bicho raro por ello, pero quien no oye lo pasa mal, y es caro acceder a audífonos. Creemos que oír es un derecho, no un privilegio», cuenta Marta Ordóñez.
Estudios costeados por todos
Esta doctora en Ciencia y Tecnología Alimentaria trabajaba en una empresa jamonera, pero entre sus compañeros le pagaron dos años de estudios en Madrid para que se convirtiera en técnica superior en Audioprótesis. Vende audífonos a tarifas razonables «a quienes los necesiten». Así que sus audífonos de última generación, que compiten a precios asequibles y con facilidades de financiación con empresas como Gaes y, ahora, las ópticas, han logrado que los otorrinos les envíen a personas de renta baja. Lleva adaptados 500 audífonos. El dinero se reinvierte en la fundación. Barros explica que les mueven los ideales de justicia y solidaridad, pero en su papel actúan las convicciones religiosas. Promoción Solidaria, que es laica, forma a cristianos «para transformar el mundo», y apuesta por el decrecimiento, la redistribución de la riqueza y el trabajo, los impuestos equitativos y contra la especulación financiera y los paraísos fiscales.
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Ariadna Trillas Follow @atrillas 20/08/2015
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